viernes, 21 de diciembre de 2007

Chocolate






Quisiera poder decir que se exactamente lo que estoy haciendo, pero ese no es el caso. Nunca es el caso, a decir verdad. Esta última semana se siente como si hubiera sido un mes entero. O más tal vez.


La cuestión es que ahora que se presenta la oportunidad perfecta para lo que he estado esperando desde hace algún tiempo, me encuentro paralizada. Nunca pensé que esto me iba a dar tanto miedo.


Aunque si, debo admitir que suelo ser bien cobarde para varias cosas, incluyendo esta. En vez de hacerlo, tengo que dudarlo mil veces. Tengo que considerarlo, tengo que analizarlo.


¿Acaso es así como una debe sentirse?


No lo creo.




Ya responde el puto mensaje.




En otros temas, suena a fuegos pirotécnicos fuera de mi casa por las noches...desde hace días. Al comienzo los vecinos del frente salían asustados. Pero creo que si esto sigue, vamos a crear una liga para sacarles la puta a quienes sean los que están causando tanto barullo.




¿Que no entienden que a una le gusta refugiarse en su casita en Springfield para descansar del aturdimiento que causan los viajes diarios a la ciudad de Quito?




En otras noticias, acabo de joder otro par de audífonos.




Mierda.




Mejor me voy a hacer algo productivo.




Os dejo señores, con una bolita de ansiedad en el pecho y mucho desdén hacia los audífonos mal hechos.




dani

martes, 11 de diciembre de 2007

Bizarr-O



Sírvase de hacer click en play mientras que lee esta entrada.

Me gusta ponerle jugo de limón puro a mi agua de Güitig para que sepa mejor.

¿Por qué bizarro?

Pues, porque ha sido una completa montaña rusa. Pues, terminar de trabajar y volver a ser parte de los desempleados de este país tiene un sabor agridulce. Como que me gusta la idea de haber hecho algo, y haber tenido las experiencias que vinieron con el trabajo. Pero también resulta que voy a extrañarlo todo; los compañeros del trabajo, las salidas de campo, el sueldo, el hecho de que lo que hacía tenía un punto en la vida más allá de mi...se estaba haciendo algo bueno para el resto de la gente para variar.

Pero creo que para eso nos metemos a estudiar estas cosas, ¿no? De cualquier manera solo es temporal. La super coordinadora del programa se me acercó y me dijo que ni se me ocurra comprometerme con nadie más porque mi contrato se renueva el próximo año de seguro. Así mejor tomemos a esto como unas vacaciones extendidas. En pocas.

Entonces, creo que todo este cambio puede servir de algún tipo de explicación para mis pensamientos/acciones/análisis de este tiempo. Ahora bien, nadie se me vaya a confundir, no ha sido nada malo, no existen arrepentimientos de ninguna clase... Solo que si miran un poco más profundo a lo que he hecho desde que volví a Quito, podrán decir: "Ah, claro. Ahora entiendo todo".

Pero decir que yo puedo entender todo sería por demás estúpido. Hoy le decía a un pana que en la mañana tuve un intento fallido más para perder la cabeza. Me preguntó por qué quiero perder la cabeza. Mi respuesta fue que tal vez sería más divertido, que tal vez ayudaría a combatir la rutina, que tal vez ayudaría con el hecho de que he vuelto a Quito...

¿Alguien de aquí quiere ser un reto para mi?

No un reto que ganar.

No un reto que guardar con el resto de trofeos.

Un verdadero reto. Un reto a conocer, un reto a entender, un reto a comprender, un reto a querer.

Como le decía a otro pana, estoy harta de surfear por la vida.

Y puede ser que esté harta también de surfear por la gente y no conocerles realmente.

Ayer fue un día interesante que terminó en mi casa, con el novio de una amiga tomando café y hablando sobre la vida y demás temas allegados.

Creo que me autorasguñe la espalda. A ver.... ¿cómo es eso?

Ah...en temas más mundano y por ende más fáciles de comprender, mi compu está extremadamente lenta últimamente.

Espero que haya disfrutado de la canción, si es que alguien la reconoce de algún lado es porque ya fue a ver los cortos de Sapo Inc en el 8 y 1/2. Si no...pues se lo perdieron no más. Lo que es yo...ya fui.

Ehm....equilibrio, ¿vieron?

dani

domingo, 9 de diciembre de 2007

Sueño


Soñé que estaba en un barrio, de esos conjuntos cerrados, con guardias y todo. En algún momento empezaba a llover y a hacer un viento muy fuerte. Había mucha gente. La gente corría de un lado para otro, tratando de sostenerse de las cosas para que los mini ciclones no les cojan. Había una gran cancha de fútbol y la gente se agarraba de los arcos viejos que estaban puestos en la parte de afuera. En eso, yo me cojo de uno, y resulta que se levanta en el aire, mientras que mi hermana Paola me ve. Empiezo a volar con el arco, pero somos depositados por el mismo ciclón en la tierra con bastante delicadeza. Corro hacia mi hermana Paola y me agarro del arco que ella sostenía. Viene otro ciclón y nos levanta, pero logramos mantenernos cogidas del arco que estaba bien amarrado al cerramiento.
Decidimos correr hacia un edificio, donde el resto de la gente se estaba guareciendo. En el camino pasamos a dos chicos que estaban agarrados de un arco, y les digo que de ese arco no, porque se iba a volar. No hacen caso y se quedan ahí. Llegamos al edificio, que tenía en número 43. Entramos y había un montón de gente. Una chica rubia, con su madre rubia y su niño rubio estaban ahí. No recuerdo por qué pero termino con el niño rubio en mis brazos, a mi cargo. Como que debía cuidarlo. Entrando ya al edificio se dan dos temblores menores, pero la gente se asusta. Comienzo a buscar a gente conocida, recorriendo los pasillos del edificio, que eran completamente laberínticos. Todo esto con el niño en mis brazos, apegado a mí. Un chamo bien chévere, que no lloraba, que no tenía líos y que ayudaba en la situación. Llego a lo que yo pensaba que era el subsuelo, donde la mayor parte de gente estaba. Había un bar donde se servían las bebidas, y la gente estaba casi apilada unos sobre otros. Una chica conocida (pero que su cara se me escapa en este momento) me dice que busquemos un poco de comida para nuestros amigos. Vamos al bar, pero todo era muy caro. “¿Qué nos podemos llevar así, gratis?” preguntamos. Habían verduras en palillos de dientes; pimiento, apio, lechuga, etc. Lo intentamos coger pero se desbarataba a cada rato, traté de hacer una especie de tamal con las verduras pero a falta de una buena ligadura... Para esto se da otro temblor, que estando dentro del edificio se sintió muy fuerte.
Un señor mayor, de pelo gris comienza a decir que ahora se verá qué tan bien hecho está el edificio, que así veremos si aguanta.
Otro gran temblor. Este casi cuartea las paredes y columnas. En este punto ya no estábamos en el subsuelo sino que estábamos en el piso 43. Las ventas se encontraban bien cerca, y había abajo una estación de trenes. Se termina ese temblor y yo me levanto y digo que mejor me voy. Nadie se movía. Sigo cargado del chamo y me acercó a decirle al señor de pelo gris que me voy.
El señor me dice que me quede quieta, o el edificio se cae. Y en verdad, yo antes no me había dado cuenta pero el edificio se movía de un lado para otro, a punto de escoger a qué lado caerse. Estábamos cerca de la ventana que daba a la estación de trenes. En algún momento se mueve tanto para ese lado que me da un poco de vértigo. El señor sigue hablando de la dureza del edificio y de que tenemos que esperar a ver cómo nos rescatan de esta. Yo realmente no le veía posible un rescate de un edificio en esas condiciones.
Unos chicos que estaban cerca dicen: “Ya Dani, haz peso para este lado para que se caiga de una vez” No lo hago. Ellos hacen peso hacia la estación de trenes y yo me incline para atrás. De cualquier manera, el edificio finalmente escoge caer para ese lado.
A partir de ese entonces, la caída fue en cámara lenta. Recuerdo haber pensado que ese era el final, que nos íbamos a morir definitivamente porque nos encontrábamos tan cerca de la ventana, que o nos mataba el impacto, o las cosas de atrás nuestro que caerían con muchas ganas. Sin embargo todo esto lo pienso con mucha serenidad, sin miedo. Tomo precauciones y le digo al niño que esconda su cabeza en mi pecho, para que no le salten los vidrios cuando exploten. Lo hago con mucha ternura.
Veo muy lentamente cómo se acerca el piso, siento la rapidez con la que caemos, pero solamente cierro los ojos en el último momento de impacto, sabiendo que probablemente esos rieles de tren son lo último que veré.
Resulta que vuelvo a abrir los ojos, y no solo que todos los que estábamos cerca de la ventana estábamos bien (habremos sido al menos unas 10 personas), sino que todo el resto de la gente estaba bien. Ni siquiera se había roto la ventana. Nos sentamos todos y comienza a salir la gente del edificio caído.
Me siento en un carrito que sacaba a la gente del desastre, con el niño con su cara todavía escondida. Veo a su madre rubia y a su abuela rubia, las cuales gritan de emoción al ver que el niño está bien, y le agradecen mucho al señor de pelo gris por haberle cuidado. Se lo llevan y yo solo pienso que era un chamo bien bacán.
Salgo completamente ilesa al igual que mis compañeros de ventana. Los trenes siguen funcionando normalmente. Trato de conseguir mis papeles importantes de trabajo; mi contrato, los formularios de los viáticos, mis informes, etc. Los guardias no me dicen bien dónde están las cosas. Uno me señala hacia la bodega y trato de ir hacia allá. Bajo una rampa y me encuentro con la entrada de pasajeros a los trenes. Hablan en otro idioma pero se nota que un señor se queja en la entrada de que al decir su apellido, la máquina no lee el chip que tiene instalado en el pecho. El guardia le dice que ese no es su problema. El tipo sigue diciendo su apellido, que no me acuerdo, hasta que se cansa y dice otro: Lion. Y las puertas se abren y le dejan pasar. Todo el mundo se siente incómodo por esto, ya que era obvio que el señor había hecho trampa, aparentemente todos sabíamos que era uno de los apellidos más comunes de la ciudad, y que se acaba de robar una entrada al tren, básicamente. Veo hacia fuera y trato de encontrar un guardia que me vaya a entender lo que quiero decir.
Tengo la sensación de que no se termina ahí mi sueño. Pienso en algo como…que si esto me lleva luego a un bosque verde difuso…como si fuera un bosque de los impresionistas, en el cual soy muy feliz mientras que camino. O al menos así se ve desde la distancia.

Ahora bien, puntos de análisis:
. El barrio se parecía a ese lugar donde viví esos cortos meses que viví en Quito. Era mucho más grande en el sueño pero el sentimiento era igual.
. Lluvia, pequeños ciclones, temblores… Suena a receta del fin del mundo, ¿no?
. El número 43 no tiene verdaderamente ningún significado conciente en mí hasta donde tengo entendido.
. Usualmente no sueño con mi hermana Paola.
. El chamo rubio. Nunca me he sentido apta para cuidar niños. Siempre pienso que mi falta de socialización cuando yo era niña tiene mucho que ver con el hecho de que simplemente no comprendo a dinámica de hablar/jugar/estar con un niño.
. La comida, las verduras. ¡Gracias por el lavado de cerebro, querida oficina!
. El señor de pelo gris y la chica, gente supuestamente conocida pero que no recuerdo en la vida real.
. El discurso del señor del pelo gris, “ahora veremos qué tan bien está hecho el edificio”.
. La apatía general hacia la situación. En la vida real con algo como esto la gente estaría gritando histéricamente y corriendo por su vida. ¡Pero por favor, en mi sueño hasta seguía habiendo servicio de bar!
. La apatía general mía hacia lo que sucedía a mi alrededor. La aceptación calma y tranquila de que me voy a morir. No solo de que me voy a morir sino que me voy a dar contra el planeta bien fuerte, que toneladas de concreto, gente y vidrios rotos terminarán con mi vida. Como que bastante violento todo…pero mi actitud es de tal fresquedad, de tal aceptación que….listo. Hoy me muero.
. Me quitan el chamo y no me dicen ni gracias. Y de nuevo, más apatía. Me valeeee….
. La preocupación por los papeles del trabajo es obvio, mañana debo entregar todo y terminar con mis cosas y demás. Todo debe estar listo y ya voy como una semana tratando de que eso suceda.
. ¿Cómo es eso de que caigo a una estación de tren y no puedo hablar su idioma? Era francés, tal vez alemán, tal vez otro. Entendía pero no podía hablar. No era inglés. Bizarro.
. En apellido Lion. El hecho de que el tipo que peleaba se me hacía conocido. ¡Simón! ¡Era Simón pero no se veía como Simón! Pero era él. Ahora que recuerdo, en el sueño había hablado con él y me había contado algo…hoy le pongo un mail.
. Finalmente el bosque verde de los impresionistas. Con detalles de morado…o bueno, seamos honestos: lila. Eso si, no explicaré aquí.

Y creo que ya estuvo lo suficientemente largo esto, ¿no?
Focazo acordarme tanto de un sueño tan raro.


dani
ps. A que les da pereza leer todo.

sábado, 8 de diciembre de 2007

Ganas

And
You
Already know.
Yeah, you already know
How this will end.

Llegó la navidad a mi casa señores. El otro día mientras que yo dormía mi familia hizo el árbol, puso las decoraciones, armó el nacimiento...y demás.

¿Les he contado de mi odio a la navidad? Pueden referirse a las entradas de este mismo blog del anterior diciembre y cachar que este tiempo del año no pega mucho conmigo. Por eso a pesar de no estar completamente dormida, no salí de mi cuarto hasta que se terminó de poner el último bombillo.


Estaba revisando este blog. Ya va a tener un añito verán. Es decir, doce meses en los cuales he infestado el cybermundo con full bla bla.


Salud.


En otros temas, creo que he vuelto. Quisiera pensar que mi antiguo ser se ha manifestado de nuevo, que volveré a ser esa persona. Pero eso está por verse todavía.

Nada puede evitar que piense que tal vez, nunca volveré a ser así y que simplemente evolucioné...y que debo aprender a vivir con esta nueva actitud.

¿Será?


Sigo transcribiendo de aquí a la eternidad les cuento. Pero ayer me di un respiro, una tarde de irresponsabilidad, y estuvo bastante buena...


Ganas.

Ganas o pierdes.

Ganas, tengo ganas.

Ganas, TE tengo ganas.


Entre otras de esas cosas que se me cruzan por la cabeza últimamente, está el hecho que desde el lunes ya no tendré trabajo, ni sueldo, ni viajes, ni viáticos. Y mucho tiempo libre.

No quiero aplazar la tesis y los complexivos, pero tampoco quiero enfrentarme al agujero negro que representan.


Para mayor explicación de cómo la tesis y los complexivos son un agujero negro:

Siento que el momento que comienzas, te absorven. Dejas de ser un ente urbano funcional y te conviertes en un monstruo que solo estudia, lee y habla sobre su carrera y su tesis. Y como tiendo a ser medio obsesiva con estas cosas...típico y cometo suicidio social. Y con esta expresión no estoy haciendo ninguna alusión a Durkheim por si acaso.


Ganas, TE tengo ganas.

Ganas, tengo ganas.

Ganas o pierdes.

Ganas.


Parecería una mala canción con un coro inentendible, ¿no?


Será que es hora de dejar....¿dejarlo todo?


Las máscaras, las actitudes, el vocabulario, la escena, el trago, la ironía.... ¿el nihilismo?


Creo que ya para este punto de la entrada, estoy divagando. Lo cual nunca es malo pero tampoco es bueno.


Os dejo compañeros. Debo transcribir.


Las letras del comienzo son de Devotchka, de esta canción:


Así puedo andar. Con una sonrisa en la vida, saltando de lugar en lugar. Y ninguno sabe que este ritmo tan lento y doloroso de esta canción es lo más cercano a mi realidad.

Pero he aquí señores, presento un reto.

¿Se atreven a averiguar por qué?

dani

domingo, 2 de diciembre de 2007

#

He intentado hacer esta entrada varias veces. Como que no termino de poner lo que quisiera, o decirles lo que me preocupa.
Pues, en vez de eso decidí hacer una entrada más, completamente sin punto alguno...a ver si es que en algún momento sale lo que realmente quiero poner.
Los viajes se han acabado. Después de un mes y medio, me veo obligada a quedarme en la ciudad capitalina. Está bastante bien, ya que eso de estar viviendo de la maleta es chévere, pero una si llega a extrañar sus panas, su casa y el incesante movimiento de Quito. Aunque al llegar se me haga medio difícil volver a entrar en la dinámica...
En lo que se refiere a los otros temas escabrosos, quisiera reiterar que me he dado cuenta de que "eso" no va a ningún lado. Y pues, era de esperarse. Mejor suele ser el pasar desapercibida, y seguir conla vida tal cual la conocíamos antes de la aparición de dicho ser en el mundo social.
Como bien deberíamos decirlo: "Deje así".
Debo transcribir de aquí a la eternidad. Tengo toda la idea de que será algo parecido al final del tercer semestre de taller. Así que vayan acostumbrándose a que hayan varias entradas de blog a altas horas de la noche, completamente imposibles de comprender. Solo durará esto hasta el 10 de diciembre (con suerte) que es cuando debo acabarlas y entregarlas. A partir de ese momento, me volveré de nuevo un ser no productivo de la sociedad...y me pondré a estudiar complexivos. Si todo sigue como se ha planificado, volveré a ser gente grande con trabajo el próximo año...tipo febrero.
Mantengo la disponibilidad abierta a cualquier tipo de situación que involucre alcohol y demás acompañantes.
Solo es una pequeña obsesión, ya se me pasará....y será muy tarde para ver los resultados de la misma en la vida real.
Ahí se ven, señores. ¡Si alcancé a poner lo que quería!

dani