¿Cómo explicarlo?
Nunca me he considerado una artista. Desde muy pequeña supe que eso no era para mi. Tenía mucho que ver con el hecho de que mis compañeras se pasaban dibujando y decorando su nombre, mientras que yo hacía otras cosas. De cualquier manera, cuando lo intentaba, me salía algo muy feo.
En las clases de dibujo recuerdo muy pocas cosas que me hayan salido bonitas. Claro está, que mi madre, padre y hermanas pretendían adorar las monstruosas cartas hechas a mano para las variadas fechas especiales.
¿Cómo explicarlo?
Usualmente soy capaz de proferir discursos grandilocuentes.
¿Cómo explicarlo?
El clima de Quito va a lograr que me convierta en un cubito de hielo. Digo cubito porque soy chiquita. Si esto sigue así, me veré obligada a quedarme en mi vallecito de Cumbayá, siempre más caluroso que la pinche ciudad.
¿Cómo explicarlo?
Señores. No sé cómo explicarlo.
Creo que me estoy enamorando.
Pero shhhh! No le digan a él!
dani
3 comentarios:
guambra: en primer lugar el arte no tiene porque ser bonito, o al menos no en la mayoría de casos, así que tu con tus cartitas monstruosas tal vez podrías haber sido rica y famosa, como algunitos que conozco.
y ya no me acuerdo que mas te iba a decir...te quiero
q chuchas
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