lunes, 29 de octubre de 2007

Convencional

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Creo que he resultado un poco más convencional de lo que hubiera querido. Resulta que estaba por ahí en Sucumbios esta semana (por razones de trabajo) y mientras que mis compañeros se daban la última vuelta por la laguna yo decidí quedarme en el veintiúnico hotel de la comunidad.

Y pues, me di cuenta de que usualmente busco lo que el resto de gente busca y trato de obtenerlo de maneras muy...comunes.

¿Será?

Creo que todo esto es para simplemente darme cuenta de que estoy en negación. Todavía. Quisiera encontrar alguna manera de cerrar todo el círculo de una vez por todas.

Es así, somos así. Queremos encontrar explicaciones para todo, se pueda o no se pueda. Dame 10 minutos cara a cara y te saco todo lo que quiero saber. Esta última frase no es en general, tiene nombre y apellido...y probablemente nunca se va a cumplir mi exigencia.

De nuevo todos los líos a lo Dostoyevski:

Dmitri quiere a Grushenka, que es, cómo lo dijo Katerina: "Una vil criatura".

Katerina es una morelia experta. No ama a Dmitri, pero por pura "auto-laceración" ha tomado la decisión de quedarse con él hasta el final.

Todo esto a pesar de que Ivan está realmente enamorado de ella, y ella de él.

Para colmo de males, Fyodor también está enamorado de esa vil criatura llamada Grushenka, que realmente no le puede importar menos con quién termina...con Dmitri o con Fyodor.

Y dentro de todo, el único que piensa por el bien del resto es Alyosha...que va a terminar casado con Lise, a pesar de que apenas la conoce.

El papel de Smerdyakov todavía está por verse, pero es un tipo cruel y obsesivo que de seguro les arruina todo al resto.


Fyodor Karamoazov es el padre ebrio y libertino.

Dmitri es el hermano mayor perteneciente a la milicia.

Ivan es el hermano pseudo-intelectual.

Alyosha es el último hijo legítimo, hombre religioso que todos aman.

Smerdyakov es la última pieza cruel.


Todo esto en el contexto político, económico y social de la Rusia pre revolución socialista. Con discursos grandilocuentes sobre el Estado, la religión, lo bueno y lo malo.


Los sensualistas Karamazov.


¿Para qué prender la tele si se puede leer?


dani