lunes, 7 de abril de 2008

Jaula

A veces siento que estoy atrapada en un sueño del cual no puedo salir. Se ven las cosas borrosas y nada tiene mucho sentido.
Cuando tenía doce años, me gustaba mucho irme a dormir temprano para poder soñar por más tiempo. Cada noche tenía un sueño diferente y al despertarme los anotaba en un cuaderno. No para analizarlos, no para tener un "diario de sueños".... me gustaba poder acordarme de todas las cosas que sucedían en mi cabeza mientras dormía. Creo que hasta ahora soy así, siento como que si debería acordarme de estas cosas.
Pero la vida siendo un sueño... eso no está bien. En un sueño no tienes verdadero control sobre lo que pasa, la gente va y viene sin ninguna razón aparente. Me gustaría pensar que tengo cierto control sobre lo que pasa, aunque sea un poco, aunque sea mínimo.
Ayer fue interesante. Se agradece mucho a los que estuvieron involucrados, y se agradece mucho a la gente que me conoce y me quiere. No me dejan hacer estupideces demasiado grandes y tampoco me dejan que me descontrole y consecuentemente, que me destruya completamente. A veces el simple hecho de estar ahí vale millones, y ayer puedo decir que tuve alguien ahí.
No creo que estaba preparada para salir. Mi cabeza y mi corazón me dicen que debería estar en algún pueblo pequeño, descansando, leyendo, separada de toda la locura que ofrece Quito. Ahora bien, no me malinterpreten. Desde siempre me consideré un ente totalmente urbano. La ciudad es lo suficientemente grande para que respire, y lo suficientemente pequeña como para ser mi hogar. Pero hay tiempos en los que todo lo que significa Quito (y peor ahora con tanta lluvia y tráfico) es demasiado para mi.
Aparentemente, todo es demasiado para mi ahora. Esto debería parar pronto. Después de todo, ya tengo tribunal para mis exámenes complexivos...y eso requiere de cierta fuerza de mi parte.
Estoy cansada de crecer. Estoy cansada de ser fuerte. Quiero que la corriente me lleve por primera vez en muchos años. Quiero ver dónde me deja. Pero al mismo tiempo, no quiero nada de esto.
Sin embargo la fuerza me falla.
Pero tengo una madre y un padre que simplemente no van a permitir que me pierda. Ni siquiera por un rato. A veces creo que esto es muy bueno, pero a veces creo que es muy malo. ¿Qué tanto de lo que hago realmente haría sin esa presión constante? ¿Cuántas cosas cambiaría de mi vida? No sería completamente demente, eso si les digo. No perdería la cabeza e hiciera estupidez tras estupidez.
Creo que debo dejar esto por aquí no más.
Se hace tarde y debo dormir.
Mañana tengo un día en el cual debo leer, y hacer todas esas pequeñas cosas que ahora mueven mi vida.

dani

1 comentario:

sofia dijo...

chuta...al leer el título me asuste...ya dije : oh no ya va a hablar de la jaula del sábado...y después cuando leí tu post, me preocupe más, no puede ser que sigas con ese bajón, si sigues asi se te va a volver cronico, mejor vamos a vivir encantadoras aventuras y a confundir la ficción conla realidad...i love you blupito