Complot

Hoy, 25 de diciembre del 2006 me encuentro en una gran necesidad de desaparecer del mapa. Existieron momentos de gran emoción ayer, al ver que el coro realmente funcionaba, al tomar el primer vodka de la noche, al comer el pavo, al recibir los regalos.

Me causé una impresión a mi misma, no he podido dejar de pensar en eso. Me sorprendió que pude hacer las dos voces, que no me confundí como pensé que lo iba a hacer, que cierta gente me regresaba a ver para saber cuando empezar o para seguirme el tono, que mi voz todavía puede llegar a ese tipo de tonos y volúmenes. ¿Será de retomar esa movida? No. Hay que serle fiel al trauma de la niñez y no desarrollar ninguna aptitud musical nunca más. Ni siquiera en el karaoke. Fin de la discusión.

Mejor voy a desaparecer en serio. Cerrar la puerta de mi cuarto, con suficientes tabacos y no importa la comida, no estoy comiendo como se debe de cualquier manera. Y me quedo ahí hasta el 2 de enero que me toca ir a clases. Y ahí si....ya no se puede faltar.

Pero de gana digo y pienso esto. Me toca salir. Antes era más solitaria, no era tan gregaria.

Una tonelada de buenos libros. Ese es el recuerdo que guardo de mi niñez. No salía a saltar, correr y jugar con el resto. Yo leía. Todo esto se acabó cuando la señora bibliotecaria me acusó de robar un libro. "El Diario de Anna Frank". El único libro presente en TODAS las casa del mundo... y la señora esa me acusa de robo. Lloré, grité y me defendí. Pero más que nada lloré. Ese problema con la ñora significó que mi bienvenida a la biblioteca todos los recreos ya no sería extendida. Tocó salir a socializar con esa gente con la que nunca me llevé. Existían varios personajes interesantes, pero la gran mayoría eran un montón de imbéciles. No me fue muy bien creo. Desde 6to grado hasta 6to curso tocó limar asperezas y reconsiderar mitos. De cualquier manera creo que nuestros caminos se separaron en buenos términos.

A veces me topo con alguno de ellos cuando voy a la San Chancho...algunos me siguen la corriente y se hacen los locos. Otras se me lanzan a los brazos a preguntar qué he hecho de mi vida. Se sorprenden por la carrera que he escogido. Hacen uno que otro comentario sobre el "exceso" de piercings que adornan mis orejas y mi cara. Preguntan sobre mi situación sentimental. "¿No estabas con ese rubiecito flaco?" No, ya nada con ese. "Uy que pena. ¿Y ahorita no estas saliendo con alguien?" Estoy saliendo con muchos si les interesa pero nadie pega. Ninguno de esos me ha importado ni me importará. Ellos saben. Si ya no cacharon...mucha pena con ellos.

Desde mi ingreso a la U, he podido socializar de una manera impresionante. ¡Encontré gente! Jajaja....

Pero yo creo que sin el complot entre Anna Frank y la señora bibliotecaria...no hubiera desarrollado las debidas aptitudes para socializar.

Aún así nadie se molestó en instalar el programa de cómo estar cómoda en multitudes, o cómo interactuar en grupos grandes. Me achicopalo.

Por eso... soy más divertida con menos gente alrededor.

dani