sábado, 23 de diciembre de 2006

Prefiero no poner título, a poner uno malazo


Me encontraba en Guápulo ayudándo a una prima con su proyecto artístico. Debido a que yo era la chica de la sangre falsa (por favor, note la botella al lado izquierdo de la foto), tenía mucho tiempo libre. Una de esas, me tomaron esta foto.
Después de ese leve roce con el arte, cuestión que a mi no me viene natural; asistí a un evento gremial antropológico. La sesión de fotos y el maquillaje lograron que se sienta más como pillamada que lo que realmente era.
Se terminó el día con una de las mejores farras que he tenido en mucho tiempo. Hasta se asustó a gente. Muy bien. Se puede decir que fue debido a la cantidad de alcohol que estuvo disponible desde cerca de las 2pm.
Las fiestas se me vienen encima y yo ni me he enterado. Nunca he sido bien navideña, y este año no es la excepción. Ciertos eventos recientes deprimen más la situación y hacen más difícil pretender felicidad frente a la familia.
Hablando de pretender, debo irme.
Póngase la máscara de la familia feliz.
A ver sonría.
Mejor, mejor. Así todo es mejor.
dani

1 comentario:

maria patricia dijo...

pijamada... yo huí a ese maquillaje, todo menos eso!!