Detalle

Bueno. A pesar de todo fue un buen día. Me mató el hecho de que la falta de comunicación sea responsable de que me toque comer solita... Antes solía hacer eso bastante, eso de comer sola. pero luego se armaron los almuerzos con las amigas de la U...y me acostumbré a comer con gente. Además, ¿a quién engañamos? Si sigo haciendo citas para comer con esta persona en particular es porque todavía me interesa su amistad.

Pero bueno...¿qué se le puede hacer?

Luego fue interesante la charla de la tarde. En estos tiempos en los que los unos y los otros tienen tantas ocupaciones es necesario ponerse de acuerdo y simplemente encontrarse. un simple café y una buena charla. Nos hacía falta como panas, y a estos dos en particular les quiero full.

Capaz que piensan que pongo las fotos por ninguna razón aparente. Pero no es así. Esta fotito fue tomada en uno de los patios del convento de San Diego, aquí en la helada capital. Si es que han estado prestando atención, la mayoría de las fotos son detalles. Cosas pequeñas y que nadie les debe prestar mucha atención.

Sin embargo, sucede que me me gustan muchísimo más los detalles que cualquier otra cosa. Las situaciones grandes y los gestos exagerados no tienen mucho atractivo. Son los pequeños detalles los que siempre me ganan. Lo lamentable de todo esto es que no todos se dan cuenta de los pequeños detalles que intento elaborar para ellos, y que no todos son buenos dando pequeños detalles.

Hoy tengo frío, al igual que el resto de habitantes de la ciudad de Quito. Un amigo me decía que esto no puede ser bueno para nosotros. Todos estamos enfermos, con malos ánimos y con frío. Es verdad, eso de salir de la casa si está lloviendo es...tenaz.

Tal vez he estado intentando encontrar un sentido a la vida mediante este blog. Es algo que siempre he hecho; escribir cuando las cosas se ven complicadas, y también cuando las cosas están demasiado bien. Tal vez nunca deje de escribir en mis blogs. tal vez algún día dejaré de escribir en los blogs porque finalmente aprenderé a comunicar lo que me sucede oralmente. Porque hay tanto que les quiero decir. A ti, a él, y al resto... Pero nunca encuentro las palabras correctas hasta que lo escribo, y después de verlo, me suena tan ridículo que nunca lo digo.

¿Cuándo será que podré finalmente plantarme frente a la gente y decirles? Tantas cosas.

A uno: Todavía me gustas.

A otro: No deberías hacerte tanto lío por ese tipo de nuevo.

A otro: Te extraño.

A otro: Me duele ver que te traten así.

¿Y por qué no?

A mi misma: Debiste haber aprendido a lidiar con las cosas a su debido tiempo. Mientras que él esté guardado en una cajita en la parte de atrás de tu cabeza... no vas a poder tener un compromiso emocional verdadero. Y a decir verdad, toda la confusión que te ha causado esto, todo lo que te molesta... es algo que tu misma has dejado que suceda.

En fin... les dejo. Yo sé que estaba en un gran intento por dejar la moreliada atrás, pero esta vez no pude hacerlo. Les ruego que me perdonen. Más bien voy a dejar esto de lado y voy a dormir.

A ver si logro soñar con cosas bonitas, en vez de tener pesadillas otra vez.

dani